Este año, el Mercado del Corregidor cumple 65 años. Sí, 65. Que se dice pronto, pero encierra toda una vida. Y no solo la suya, también la de miles de personas que lo han recorrido, día tras día, generación tras generación.
Hay mercados que venden, y mercados que cuentan historias. El Corregidor es de los segundos.
Con motivo del aniversario, vale la pena echar un vistazo al pasado. Basta con comparar algunas fotos antiguas con las actuales para darse cuenta de algo muy especial: el mercado ha cambiado, sí, pero sin dejar de ser él mismo. Y eso no es tan común. Hay lugares que se transforman por completo y pierden su esencia… pero este no. Aquí, el tiempo ha pasado con respeto.
Durante décadas, muchas familias han pasado por sus pasillos. Abuelas, madres, nietos. Algunos puestos han cambiado, otros se mantienen con los mismos nombres o nuevos proyectos, pero el ambiente sigue siendo el mismo. Confianza, cercanía, trato directo. Un tipo de vínculo que no se encuentra fácilmente.
Y mientras el mundo gira rápido, el mercado ha sabido ponerse al día sin perder el alma:
Pedidos por WhatsApp, taquillas refrigeradas, parking gratis, reparto a domicilio… y todo eso sin dejar de ser el mercado de siempre.
También han llegado las catas, los talleres, la música en directo… Porque ir al Corregidor ya no es solo hacer la compra. Es parar, charlar, descubrir. Es ese plan que no sabías que necesitabas hasta que lo vives.
Y ahora que cumple 65, el mercado está más vivo que nunca. No es una cifra cualquiera. Son 65 años construyendo comunidad. Si alguna vez has ido, seguro que tienes una anécdota. Una compra, un encuentro, una sonrisa. Porque al final, eso es lo que queda.
El Mercado del Corregidor celebra su historia mientras sigue escribiendo nuevas páginas. Porque las cosas buenas no pasan de moda.
Nos vemos en el mercado.